La danza del Siglo de Oro español
Mientras que el Siglo de Oro significó para las artes plásticas y la literatura la transformación de los géneros vigentes hasta entonces, en danza, estos cambios se tradujeron en el surgimiento de nuevas formas y espacios de representación.
Los documentos que hemos podido investigar, que van desde mediados del siglo XVI hasta mediados del XVIII, muestran la aparición de una terminología y un lenguaje que fueron propios de los maestros de la península ibérica, así como la instalación de las escuelas de danza, el creciente interés por que la danza formara parte de la educación básica de la burguesía, y el surgimiento de géneros teatrales en los cuales su presencia era esencial.
Respecto al siglo XV y primera mitad del siglo XVI, todas estas transformaciones representan cambios significativos en favor de la configuración de un estilo pre-académico “español” que podemos llamar danza de escuela (estilo que evolucionó hacia la escuela bolera del siglo XVIII), que a su vez pudo integrar tanto prácticas locales o asociadas a un maestro en concreto como algunas procedentes de otras cortes, ya fueran de Francia, Italia, Alemania o Inglaterra.
Pero no es hasta el primer cuarto del siglo XVIII que surge la necesidad de referirse al “danzar a la española” en contraposición al “danzar a la francesa” (como podemos ver en los tratados de Minguet, por ejemplo). De ahí la opción de generalizar y seguir hablando, hoy en día, de un “estilo español”, de un “estilo francés” o de un “estilo italiano”.
Las fuentes primarias que hemos estudiado, base de nuestra investigación, son las siguientes: